Una región donde la espectacularidad está por encima de la seguridad. Donde los tiros y los muertos forman parte del escenario criminal con efectos atroces en el tejido social.
Territorio que funciona como un ecosistema donde las redes del narcotráfico, en su
mayoría, se encuentran entrelazadas.
El
65% de la violencia por Narcomenudeo tiene su epicentro en dicha región, ya que
la misma tiene más enclaves que el resto del país.
Rosario.
Conurbano
Bonaerense.
CABA
en sus bastiones.
Córdoba
Capital.
Santa
Fe ciudad.
Colonia
Elia.
Una
región que vio nacer, crecer y desarrollarse a la primera banda local con
perfil de cartel en la provincia de Santa Fe, enclave Rosario. La banda de Los
Monos. Una banda que aprovechó la "estacionalidad" criminal
diagnosticada por el ex Ministro de Seguridad Marcelo Saín para mutar a red y
así diseminar su aparato delictivo de forma tal, que la violencia sea una
constante sin mesetas.
Así
es que Santa Fe, mantiene estoica sus niveles de violencia con un retroceso de
8 años y una mutación que profundiza la matriz subterránea de la criminalidad
organizada.
La
configuración ministerial aún es de Saín. Y el actual Ministro Jorge Lagna se
maneja, casi como malabarista, para esquivar las colaterales de una gestión en
seguridad que nunca comenzó y que a estas alturas, se considera que nunca
comenzará.
Buenos Aires
En la Provincia de Buenos Aires, más precisamente en el enclave
Conurbano Bonaerense, las redes se manejan en relación directa con las redes de
los bastiones/enclaves de CABA. Villa 31 y Villa 1-11-14. Donde las líneas
peruanas y paraguayas mantienen el control narcomenudista de toda la ciudad,
compartiendo algunos negocios con células delictivas venezolanas y colombianas.
Se trata de células facilitadoras de Cripy.
Buenos
Aires, en esa construcción llamada AMBA, concentra la mayor parte de la
criminalidad que comenzó a extenderse, en pandemia, hacia el interior. Siendo,
uno de los partidos más afectados, Mar del Plata. Allí donde el puerto siempre
fue mirado con cariño.
La
Provincia, en la gestión actual, se olvidó del Narcomenudeo. En realidad, las
autoridades, no lo tienen en cuenta porque el diagnóstico distorsionado asocia
narcomenudeo con estigmatización del consumidor.
Las
internas al interior de la Bonaerense circulan sostenidamente entre los
investigadores. La puja de la dupla equivocada García/Figini afecta a toda la
estructura policial y es funcional a la inseguridad.
La
dupla es directamente proporcional a una marquesina escandalosa donde ninguna
de las divas quiere ceder cartel. García es primero, pero se sabe segundo. Así
como Figini se sabe segundo pero se percibe primero.
Una
situación, la delictiva, que observa de cerca Teresa García. La mujer más
articulada del Gabinete Bonaerense.
Tal
es el caos que, en el recogimiento de datos en el campo de la investigación de
un barrio determinado del partido de José C Paz, de 50 personas entrevistadas
con preguntas semi abiertas, 42 coinciden en que el Narcomenudeo recuperó poder
en los barrios. Esa respuesta, con el mismo universo de estudio y pequeñas
variantes numéricas, se sostiene en otros partidos como La Matanza, Esteban
Echevarría, Escobar y Tres de Febrero.
La
seguridad solo reconoce, a la fecha, dos ministros que supieron contener y
manejar los hilos de la Bonaerense de adentro hacia afuera. Ricardo Casal y
Cristian Ritondo. Y por los que aclaman, a pesar sus estilos diferentes e
improntas, parte de la Policía.
Córdoba
La Provincia de Córdoba que consolidó en pandemia el enclave de Córdoba
Capital, también asiste al armado de redes, agudizando problemas existentes en
San Francisco, Río Tercero y Villa María. Y generando potenciales estructuras de
acopio en las inmediaciones del Barrio Cerveceros de la capital.
La
Fuerza Policial Antinarcotráfico, dedicada al combate del Narcomenudeo tiene un
número deficitario de recursos humanos para abordar todo el territorio
provincial y más ahora en la reconfiguración de redes. La reincidencia de
narcomenudistas, por otro lado, revela la falta de autoridad.
Durante
las últimas semanas, la Fuerza Policial Antinarcotráfico estuvo más ocupada por
generar cónclaves de "códigos" que por salir de su
estancamiento. (Ver nota: https://soclauraetcharren.blogspot.com/2021/06/estancamiento-de-la-obra-policial-de-de.html)
Lo
cierto es que el Narcomenudeo les pertenece más allá de los enojos, los acosos
y los intentos frustrados de aprietes de cuerpos desviados de la esfera no
uniformada.
Sin
embargo, en el marco del estancamiento y la chilladera, la Justicia Provincial le puso epílogo
condenatorio a la banda del Tuerto Cacho. Una investigación de excelencia que
marcó una de las mejores performances que supo tener la FPA. Un epílogo
fundamental para la seguridad ciudadana que forjan el Gobernador Juan
Schiaretti y el Ministro de Seguridad Alfonso Mosquera.
Entre Ríos
Entre Ríos mantiene el enclave de Colonia Elía. Allí donde la seguridad no es más que un fetichismo de paz que despliega lavado.
Sin acciones concretas contra el Narcomenudeo a pesar de la desfederalización, Entre Ríos mantiene una violencia barrial disimulada pero funcional al negocio.
Una provincia, como la
de Santa Fe, con una fuerte influencia del Narcotráfico que circula por la
hidrovía en donde la Prefectura, bajo pereza, no controla como debiese cada una
de las barcazas que circulan en convoyes por el extenso corredor. Porque así
como por dicha vía circula entre el 75 y el 80 por ciento del comercio exterior
argentino, también circula el 35 por ciento del narcotráfico.
Por
su parte, Concepción del Uruguay, junto con Paraná y Gualeguaychú, se perfilan como espacios narcomenudistas descontrolados. Las plazas se cotizan en sus
inmediaciones por el crecimiento de puntos de venta que no encontraron freno
alguno durante la pandemia. Y en donde los intendentes cuando no fueron cómplices activos, lo fueron omisos.
La criminalidad local mantiene estrechos vínculos como la criminalidad misionera fusionada con las organizaciones del PCC y del Comando Vermelho. Ambas, con nexos en CABA y el Conurbano.
Fin con mutación
El Narcotráfico es la actividad no esencial que nunca dejó funcionar en pandemia, y su mecanismo fue lo suficientemente hábil como para abastecer al narcomenudeo y tejer lazos efectivos de producción local para la venta a menor escala que no por menor, es menos violenta.
Un engranaje tan efectivo que brindó todas las condiciones para que el narco pueda ejercer su mutación a redes. La primera después de su consagración en el año 2014.
Redes: El narcotráfico que se configura ya no tiene ni concentración de información, ni una figura jerárquica. Una red puede estar compuesta con un mínimo de 2 personas. La destrucción de una red, no representa la destrucción del ecosistema narcótico, tampoco del resto de las redes.
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