"Todos contra todos en la escenografía del narcotráfico".
La provincias de Salta, Jujuy y Formosa contienen lo que no contiene Nación a través de la lucha contra el Narcomenudeo.
La
lucha contra el narcotráfico en Argentina siempre estuvo asentada en la
tergiversación. Con distintos matices y colores políticos los gobiernos pasaron
sin atender, como correspondía, al negocio que cambió la dinámica mundial a
partir de su revelación como proyecto de poder.
Para
los gobiernos nacionales argentinos todo está y estuvo lejos. Lo estaba el
narco en su momento (Consagrado en el año 2014) y lo está ahora, de acuerdo a
un integrante de la Secretaría de Frontera, también el terrorismo. Por eso supo
manifestar, el sagaz colaborar: “No era necesario incluir en la agenda de la
región la problemática terrorista” y agregó, “es algo lejano”. Ni siquiera
contempló la idea de hacerlo a partir de la prevención entendida como
seguridad.
Dicha
declaración, en el encuentro que se desarrollaba en Chile, sorprendió y dejó al
descubierto el déficit de conocimiento de otro proyecto de poder que ha ido
escalonando en el mundo. Que tiene células adormecidas en la Triple Frontera,
otras que actúan de vaso comunicante entre el narco local y el internacional,
así como también individuos que se encuentran diseminados en distintos puntos
claves del país en un campo de inteligencia que recrea potenciales escenarios
operativos.
La
sorpresa en Chile, frente a semejante afirmación, también se produjo porque hay
una conciencia de una Triple Frontera no evaluada. Tal vez por desconocimiento,
o bien, porque no ha tenido el afluente mediático que la de Argentina, Paraguay
y Brasil. Se trata del punto tripartito entre Argentina, Bolivia y Chile. Donde
el crimen organizado en sus diversas manifestaciones se despliega cómodo frente
a una anomia absoluta de fronteras. En donde la falta de trabajo en el
territorio local y la coordinación regional, no supieron atender, al menos
hasta el momento, a las márgenes del conflicto y las dimensiones que tiene un
narco que aprovecha vacíos, sabe triangular y tiene la virtud de la paciencia
que mide al enemigo.
Algo
que también hace el terrorismo y que impone su monitoreo. Sin embargo, el
vedetismo ministerial, está por encima de los poderes constituidos de la
criminalidad. Porque mientras el Secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco,
trabajaba el tema del terrorismo, desde otros sectores, de primeras y medias
líneas, consideraban que ese trabajo era una pérdida de tiempo. Para algunos, “por
estar demasiado lejos”, para otros por la compulsa narco. Cualquiera de las razones
marca un preocupante nivel de ignorancia.
Jujuy, Salta y Formosa
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La Quiaca Pasos ilegales del contrabando y el crimen organizado (Argentina/Bolivia) |
Desde
hace tiempo sostengo que la seguridad en Argentina está sostenida, en gran
parte, por el trabajo que llevan adelante distintas provincias. No por
ningunear el accionar nacional sino porque las provincias abordan la
problemática de la seguridad, y en especial, del narcotráfico desde el punto de
vista cualitativo. Entendieron -producto del trabajo de campo que realizan y
realizaron, ministros, secretarios y subsecretarios- que la cantidad no es más
que una consecuencia natural de la calidad de la lucha.
Así
que es que Salta, Formosa y Jujuy, frente a la irresponsable quita de más
fuerzas federales (Gendarmes y Prefectos), se abocaron a blindar sus
provincias. A generar trabajos de contención y compresión del Narco a partir de
la desfederalización que les permite luchar contra el Narcomenudeo. La
expresión micro del mercado macro a la que muchos subestiman por el fracaso que
tuvo en la Provincia de Buenos Aires. Cuando lo cierto es, que en PBA, no hubo
lucha sino simulacro. Con una justicia asentada en la injusticia y con la
equivocación de la creación de las policías locales como brazos armados de
segunda de la mala policía bonaerense. Un error, que a pesar del cierre de las
escuelas, se mantiene y sigue el camino del detrimento de la seguridad.
Ahora
bien, cada una de las provincias de frontera mencionadas creó su ley provincial
de adhesión ante la organización del caos por parte del crimen organizado.
Crearon un marco legal acompañado de un instrumento activo específico que incluye prevención en adicciones. De
organismos para afrontar un problema: El Narcomenudeo. El negocio que una vez
que se instala en los barrios cambia la dinámica de los mismos a través de la
disputa territorial y la violencia que la droga, como medio, genera.
Salta:
Ley 10.067. Agencia Antidrogas.
Formosa: Ley 1.627. Subsecretaría de Lucha Contra el Narcocrimen.
Jujuy: Ley 5.888. Agencia Contra Delitos Complejos.
Formosa: Ley 1.627. Subsecretaría de Lucha Contra el Narcocrimen.
Jujuy: Ley 5.888. Agencia Contra Delitos Complejos.
Es decir,
las tres provincias optaron por la defensa de los ciudadanos frente al
equivocado desplazamiento de fuerzas federales a una Provincia de Buenos Aires
a la que no hay fuerza que le alcance (Bonaerense, Locales, Gendarmería,
Prefectura, Infantería, Caballería) para contener el delito porque aún no
diseñó un plan estratégico basado en un diagnóstico delictivo. Plan que no puede
elaborar, el Ministro Ritondo ni la Gobernadora Vidal (la más realista de Cambiemos), a partir de los
timbreos.
PBA
acumula las fuerzas federales que le fueron quitadas a Jujuy, Formosa y Salta
poniendo en evidencia el desconocimiento de la dinámica de la problemática del
narcotráfico de frontera y la cantidad de contextos que dicha quita generó
favorables a lo que se negó en su momento y a lo que hoy se reconoce solo desde
el punto de vista de la incautación y no desde su matriz.
Las
tres provincias, comprometidas con sus comunidades, funcionan todas con menos
de la mitad de los Gendarmes que deberían tener para cubrir los cientos y
cientos de kilómetros de frontera seca que las limitan con Bolivia y Paraguay.
Más precisamente, tienen alrededor de un 30% de Gendarmes operativos apostados,
cuando lo están, en controles que ya quedaron desactualizados y que deberían
ser reformulados si existiese inteligencia criminal y conocimiento de los
rincones de triangulación y paralelismo.
La
provincia de Jujuy, por ejemplo, tiene alrededor de 500 KM liberados y apenas
110 KM cubiertos de frontera seca. Los correspondientes a La Quiaca en donde se inauguró el primer
centro de inteligente de vigilancia. Allí, Provincia y Nación trabajaron al
unísono y de acuerdo a la investigación propia, el Ministerio Provincial, supo
aportar importante material informativo para dicha concreción.
En
el caso de Salta ocurre algo similar. Aunque ahora, Aguas Blancas, es uno de
los puntos elegidos por el Secretario de Frontera, Luis Green, para desplegar el
próximo OCAF. Lo que incluye, seguramente, una reposición de fuerzas federales.
![]() |
Clorinda. Pasos ilegales del contrabando y el crimen organizado. (Argentina/Paraguay) |
Por
su parte Formosa, constituida como enemigo político y con poco más de 700 KM de frontera seca con Paraguay, corre otra suerte. Es que
la ciudad de Clorinda -paso internacional por excelencia- fue dejada de lado
para la instalación de los puestos de vigilancia como supe relatar en algún
momento.
Una
decisión que provocó contundentes choques entre la Ministro Bullrich y el
Secretario Burzaco según revelan fuentes ministeriales.
Burzaco
planteó el error de dejar por fuera a Clorinda. No sólo porque sería
perjudicial para la misma Formosa sino también porque se fortalecería un
corredor de marihuana al mismo tiempo que de cocaína al triangular Bolivia. De
hecho, ignorante decisión, hoy afecta de manera contundente a las provincias de
Santa Fe y Córdoba.
Sin
embargo, los Patricios, como los llaman en el Ministerio convertido en un
tierno teatro de revistas en donde las vanidades pueden más que la razón, se
alinearon a la decisión y le pusieron, a Corrientes, toda la atención. Por un
lado, para dinamitar uno de los bastiones del kirchnerismo correntino, Itatí. Y
por otro lado, para blindar al Gobernador Colombi. Quien hasta el momento no
pudo, no supo o no quiso explicar las razones de su irrupción en Goya por un
allanamiento narco. Porque fue Colombi quien irrumpió. No un funcionario, un
amigo, o un pariente de la quinta rama del árbol genealógico.
Corrientes,
para el ejecutivo, parece haberse reducido a Itatí en la acotada mirada
ministerial. Sin atender, que a pesar de los esfuerzos por evitar la explosión
del ejecutivo provincial, la provincia es la más complicada de la región del
NEA porque en la misma la matriz del narcotráfico tiene una fuerte impronta
internacional de carteles de la droga que llevan instalados, según fuentes de
la investigación,”más de 10 años en el límite con Chaco”.
Una
matriz fusionada que va más allá de Itatí a pesar de ser la ciudad epicentro
del caos por una explosión que se presentaba, por obscenidad de impunidad, como
inevitable.
Final histórico
Desde
incautaciones históricas hasta megaoperativos históricos. Desde “Argentina sin
Narcotráfico” a “Fronteras Seguras”. Así se desenvuelve la cabecera de un ministerio
en estado hobbesiano. De todos contra todos. En estado de naturaleza. A la
espera de ver quién cae primero dentro de la hoguera de antagonismos caprichosos.
Ministerio
de Slogans que sin lugar a dudas trabaja. Porque más allá de las observaciones,
la Ministro Bullrich se puso la lucha al hombro, tan al hombro que se mimetizó
con Sergio Berni, el cultor del Turismo Aventura, en indumentaria. También en la pasión por la escenografía. Y agregó la sobreactuación del ploteo de un avión, muy
bien recuperado de la corrupción, que no necesitaba de la estampilla para el
reconocimiento de la acción positiva.
Una
ministro que defiende, con estoicismo, a las mismas fuerzas federales que el
Gobierno que integra las tildó, tras bambalinas, de ineficaces. Al menos, mientras se debatía la pesada
herencia recibida. Con un jefe de gabinete que de acuerdo a informantes claves
del sur, tendría la pasión de dar órdenes y de marcar, con imprudencia y soberbia, el cómo ejecutarlas
a las fuerzas que se repliegan en lo que clara, y lógicamente, consideran una
falta de respeto.
Una
Ministro que todo evalúa como histórico y todo tiene la estructura de búnker sin
saber, por exceso de escritorio, que el búnker nació y murió en Rosario. Pero
la historia es cruel. Y el Ministro de Justicia Garavano lo sabe y apela, ante todo, al equilibrio. A la prudencia en contextos adversos y sensibles. Garavano aporta sensatez y la sensatez, de acuerdo a la información, es tomada también como enemiga.
Es que la historia, a diferencia de las sociedades, no tiene ni
mirada acomodaticia ni selectiva.
La historia te marca el pulso de tus
contradicciones, negaciones y tergiversaciones.
Y así como le factura la
consagración del Narcotráfico a la abulia que viene desde mediados de los años ’90
con exceso de velocidad connivente del 2008 al 2014, con los años, el revisionismo
histórico le facturará los slogans y el chamuyo del federalismo a la nueva
generación del cambio. A la que el massismo intenta, sin suerte, ponerle un límite a partir de un partido, el de Tigre, constituido por Rudolph Giuliani como "modelo de exportación de seguridad". Cuando es sabido que PBA no tiene ningún partido modelo. Sí, algunos más contenidos de tiros. Pero solo hasta que los enclaves económicos exclusivos elegidos por el Narco estallen frente al sin rumbo de la seguridad. Como podría ocurrir en Ezeiza (protuberancia de lo que se fue), Berategui o bien, en el tecnológico partido de Tigre.