El mundo que mira y
escucha a la Presidente Cristina debe creer que en Argentina somos todos una
manga de psicópatas. De vagos que le regamos el síndrome. "Entre la birra,
el faso y los violetas".
En Argentina se trata de
lo que hacen y cómo lo hacen. Se trata de lo que se dice y cómo se dice.
Se trata de las formas
hundidas en el disparate.
De esa compleja y
jactanciosa manera de llevarse puesto todo sin frenos. Sin reparos. Con la
convicción de que una “Revolución” se hace bajo los principios de la
naturalización de aquello que menoscaba a la familia, como célula de la
sociedad.
Concebir que la inclusión
y la igualdad necesitan, inexorablemente, de la compaginación de
legalizaciones, es la metodología utilizada por el Gobierno de Cristina.
Legalizaciones que no hacen más que atentar contra el bien común porque no
están pensadas desde la construcción de una República sólida sino desde la
performance que hizo, del “Zafe”, una cultura.
“Cristina, Cristina,
Cristina corazón, acá tenemos los pibes para la Revolución”.
Se pasa también por la
inducción del pensamiento asentado sobre la creencia que muchos jóvenes hoy tienen. Y que es, que el “modelo” que se profundiza apunta a una aceleración
de los procesos colectivos en los cuales, los despojados del sistema,
adquirirán los derechos perdidos y se los reinsertará, nuevamente, en el
mercado de trabajo.
Los pobres integrados. El
cambio de la pobreza estructural. La abolición de los homeless y su reubicación
dentro de una vivienda digna son algunos de los velos de este Gobierno que por
momentos, actúa como una Pandilla. Y que en sus exabruptos, así como en la
manipulación de la construcción subjetiva, genera comicidades que luego se
trasladan a chistes o a la caricaricatura de cada uno de ellos que origina, por
48 horas, vulnerabilidades.
LA POBREZA SIEMPRE
FUNCIONAL A LOS GOBIERNOS.
Sin embargo, este Gobierno
insiste. Compulsivamente. Envuelto en un delirio que nos abarca a todos pero
que también nos divide, ya que el 46% de los argentinos le decimos No al
sometimiento de nuestras cabezas. No admitimos, como zombies y aunque nos recorten,
que esto es un Modelo Revolucionario. Sabemos que en realidad es un sistema
que apunta a La Destrucción de la Sociedad. Un diagrama de Gobierno que
encontró en el quiebre del tejido social y en la indagación del pasado como
arma depredadora, sus válvulas de resistencia y supervivencia.
Apuntando a la
naturalización del delito. María José Lubertino. (Una de las patas del “Modelo”)
María José Lubertino,
desde su banca, y bajo el éxtasis que le producen las cámaras de televisión,
acomoda su discurso de forma patética. Se define como transgresora cuando en
lugar de transgredir, delira con énfasis. Con la postura de la falta de
respeto.
En un país en el cual,
aumentó el Feminicidio y las violaciones son incluyentes, la negociación que
plantea con los violadores es patológica. Porque la negociación del
uso de preservativos, con un violador, es naturalizar la violación. Es,
naturalizar el delito como eje social.
Son propuestas que indican
una inclusión del delito como forma de vida. Una incorporación del "abuso
como regla" en una país atravesado por la exposición de los seres humanos
rifados. En donde parece haber una apología de las desgracias y las
tragedias.
Un Gobierno que Vampiriza.
Que se nutre del caos, gozando del estado de putrefacción que no crea Soldados
sino Vagos con planes.
(Ver nota sobre
Feminicidio: http://www.soclauraetcharren. blogspot.com.ar/2012/04/ feminicidio-el-protagonismo- de-la.html )
Los caníbales están adentro
Argentina, en materia de
inseguridad, es un país Caníbal en estado naturaleza. A la espera de lo peor,
cosechando las muertes de la abulia. La operación de las Mafias en el
país, amparadas por la ausencia de un plan de seguridad, fomentó el
"canibalismo" que estimula al crimen.
El nivel de la
putrefacción se acelera en la Argentina de Hamlet. En donde se impone la falopa
y hasta la comprensión de violetas. Darles lugar en nuestra vida sexual. Todos
juntos y revueltos en el fenómeno de la Promiscuidad.
Entre lo local y lo
importado
Guerra Narco Local.
Importación de la Guerra Narco México/Colombiana. Narco Maras activas.
Exonerados con armas de la Bonaerense y la Federal, más los paralelos que aún
están dentro de la Fuerza, son los encargados de configurar el Mapa Delictivo
de la Argentina. De asesorar a las Bandas formadas o bien, de organizar a las
Pandillas que buscan saltar a la Mara.
Es que Argentina es un
espacio propicio. Tan propicio que Las Guerras Narcos que tienen problemas para
seguir su curso en Colombia y México, se trasladaron a nuestro país. Cúspide
tapada de las Narco Maras del Triángulo Sur. (Argentina, Chile, Uruguay)
Maras de Guatemala,
Honduras y El Salvador (Triángulo Mara Norte) desembarcaron en pequeñas células
en la Argentina al igual que integrantes del Cartel de Sinaola y Los Zetas que
operan en Buenos Aires y el Norte del país.
Todas vertientes de las
Mafias del Crimen Organizado que en clicas, anclaron en nuestro país, para
fusionarse con organizaciones criminales locales o bien, para conformar nuevas
bajo el marco y amparo de un estado de sensación proclive al estado caníbal de
todos contra todos.
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