
Las Maras centroamericanas, el estado embrionario latinoamericano y la presencia de Al Qaeda en las redes del narcocrimen.
Generalidades
A pesar de la negatividad gubernamental y de algunos jueces garantistas enquistados en decir que la inseguridad no es más que un estado exacerbado por los medios de comunicación, el problema existe. Es complejo y se debate entre la ignorancia, la banalización y la funcionalidad de su existencia para una oposición sin ideas.
No obstante, también representa un problema para los especialistas que abordan el tema trascendiendo la obviedad del delito de cabotaje que existe en todas las Naciones. Porque aunque la tendencia sostenida sea negar la proliferación de Las Maras a nivel mundial, ellas aparecen en el escenario para entremezclarse con la criminalidad local que ante la presencia de las mismas, toma herramientas para crecer y desarrollarse a nivel estructural y de organización.
Por tales motivos, la relación de Las Maras con otros espacios de poder es fundamental para trabajar en la extensión del narcotráfico así como en la generación de miedo y terror en las poblaciones que las padecen así como en aquellas que experimentan el proceso, aún, desde la potencialidad.
Los triángulos
Como se sostiene desde éste Blog, las políticas aplicadas para erradicar a Las Maras han fallado y en algunos casos, hasta han incrementado su vigencia en distintos puntos. Sucede, que el hecho de no discernir entre una Pandilla y una Mara invita a la confusión al momento de aplicar medidas tanto preventivas como combativas. Entonces, los hechos cotidianos demuestran no solo el fracaso sino también la ramificación de las células de la M-18 y la MS13. Y lo más grave, la relación que mantienen con el narcoterrorismo y con los grupos terroristas del tipo Al Qaeda.
Tanto es así, que los representantes de los países integrantes del Triángulo Maras Centroamericano (Guatemala, Honduras, El Salvador) alertan sobre la operatividad del crimen organizado en la región.
"El terrorismo internacional es un crimen muy bien financiado, sumamente agresivo, no reconocen fronteras, no reconocen grupos, no reconocen nacionalidades” (Ricardo Maduro, presidente de Honduras).
Por otro lado, el llamado de atención y de toma de conciencia que realiza INTERPOL (La Organización Internacional de Policía) revela que el estado de situación es complejo y que paulatinamente baja al Triángulo Embrionario Latinoamericano de Maras (Argentina, Uruguay, Chile).
INTERPOL teme que las células de Al Qaeda tejan vínculos con las Maras de los países centroamericanos para reforzar las redes de tráfico de drogas.
Un temor que cobra fuerza por las evidentes debilidades para combatir el narcotráfico y por ser, los países centroamericanos un semillero de Maras y los países latinoamericanos espacios propicios para su arribo y formulación de grupos que escalan en dicha materia, gozando de ser confundidos con meras Pandillas, Tribus Urbanas e individuos legitimados por la pobreza.
Todas ellas, razones suficientes para pensar en una futura Al Qaedización de Las Maras.
Generalidades
A pesar de la negatividad gubernamental y de algunos jueces garantistas enquistados en decir que la inseguridad no es más que un estado exacerbado por los medios de comunicación, el problema existe. Es complejo y se debate entre la ignorancia, la banalización y la funcionalidad de su existencia para una oposición sin ideas.
No obstante, también representa un problema para los especialistas que abordan el tema trascendiendo la obviedad del delito de cabotaje que existe en todas las Naciones. Porque aunque la tendencia sostenida sea negar la proliferación de Las Maras a nivel mundial, ellas aparecen en el escenario para entremezclarse con la criminalidad local que ante la presencia de las mismas, toma herramientas para crecer y desarrollarse a nivel estructural y de organización.
Por tales motivos, la relación de Las Maras con otros espacios de poder es fundamental para trabajar en la extensión del narcotráfico así como en la generación de miedo y terror en las poblaciones que las padecen así como en aquellas que experimentan el proceso, aún, desde la potencialidad.
Los triángulos
Como se sostiene desde éste Blog, las políticas aplicadas para erradicar a Las Maras han fallado y en algunos casos, hasta han incrementado su vigencia en distintos puntos. Sucede, que el hecho de no discernir entre una Pandilla y una Mara invita a la confusión al momento de aplicar medidas tanto preventivas como combativas. Entonces, los hechos cotidianos demuestran no solo el fracaso sino también la ramificación de las células de la M-18 y la MS13. Y lo más grave, la relación que mantienen con el narcoterrorismo y con los grupos terroristas del tipo Al Qaeda.
Tanto es así, que los representantes de los países integrantes del Triángulo Maras Centroamericano (Guatemala, Honduras, El Salvador) alertan sobre la operatividad del crimen organizado en la región.
"El terrorismo internacional es un crimen muy bien financiado, sumamente agresivo, no reconocen fronteras, no reconocen grupos, no reconocen nacionalidades” (Ricardo Maduro, presidente de Honduras).
Por otro lado, el llamado de atención y de toma de conciencia que realiza INTERPOL (La Organización Internacional de Policía) revela que el estado de situación es complejo y que paulatinamente baja al Triángulo Embrionario Latinoamericano de Maras (Argentina, Uruguay, Chile).
INTERPOL teme que las células de Al Qaeda tejan vínculos con las Maras de los países centroamericanos para reforzar las redes de tráfico de drogas.
Un temor que cobra fuerza por las evidentes debilidades para combatir el narcotráfico y por ser, los países centroamericanos un semillero de Maras y los países latinoamericanos espacios propicios para su arribo y formulación de grupos que escalan en dicha materia, gozando de ser confundidos con meras Pandillas, Tribus Urbanas e individuos legitimados por la pobreza.
Todas ellas, razones suficientes para pensar en una futura Al Qaedización de Las Maras.
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