Violencia e Inseguridad en Argentina (Diario El País. Montevideo)

Reproduzco la nota del periodista Renzo Rossello para el Diario El País de Montenvideo, en la cual participo. 






El Cóctel que generó 


la ola de violencia



El narcotráfico, la corrupción policial y la pobreza extrema se combinaron en un cóctel explosivo, según el análisis de una socióloga que viene estudiando el tema desde hace varios años. El saqueo se instaló definitivamente en el paisaje social.
Renzo Rossello

"En Argentina lo que hay es un tejido social directamente perforado, donde ya no hay continentes legales, no hay continentes emocionales porque lo que reina en la Argentina es un estado de anomia, esto quiere decir que estamos atravesados directamente por la barbarie, por el caos", explica la socióloga argentina Laura Etcharren.
Etcharren es autora del libro "Esperando las maras. Estado embrionario en Argentina", fruto de una investigación en Centroamérica y algunas villas miseria en su propio país. 
En el fenómeno de los saqueos o robos colectivos, la investigadora ve el papel que juega en ellos la pobreza, aunque hace algunas distinciones. "Tenemos el pobre que es trabajador y el pobre por elección, que elije ser vago porque cobra un plan social", apunta, "el cobrar por no hacer nada -que eso es lo que pasa en Argentina, bajo este simulacro nacional y popular-, lo que profundiza básicamente es la ignorancia y un país ignorante es un país peligroso, es un país permeable a la penetración del crimen organizado", diagnostica.
"Así es como tenemos una penetración de narcotraficantes, distintas vertientes del crimen organizado. Tenemos una policía que no está preparada y entonces se divide en una buena policía y una mala policía", señala Etcharren.
A juicio de la socióloga, el fenómeno de la corrupción y los actos delictivos cometidos por policías atraviesa a toda la institución, tanto a nivel provincial, municipal como federal. Sin embargo, apunta Etcharren, dentro de estas fuerzas hay "buenos policías" que a menudo terminan enfrentándose con sus malos colegas.
Tal vez una de las radiografías más documentadas del tema sea el libro "La secta del gatillo", del periodista e investigador argentino Ricardo Ragendorfer. "El vínculo de La Bonaerense con un hermético tejido de negocios, arreglos, pactos y extorsiones se había convertido en su modo de supervivencia", describe en un pasaje el libro sobre la fuerza policial de la provincia de Buenos Aires.
PIB DE CORRUPCIÓN. Etcharren acuñó el término "Producto Interno Bruto de Corrupción" para referirse al problema que considera tan extendido en su país.
"La policía de Tucumán es un caso emblemático de lo que es el norte de la Argentina en general. Es una provincia donde reina la corrupción, en Tucumán se concentra lo que es el PIB de la corrupción un porcentaje importante", sostiene.
En esta provincia los incidentes cobraron niveles de violencia particularmente relevantes, que superaron incluso a los de Córdoba donde habían sido también muy marcados.
"Es una policía que está muy viciada y muy librada al azar en cuanto a que no hay un control por esa misma anomia que se ha creado y por esa minimización de los conflictos por parte del gobierno nacional -explicó-. Cuando estalla en Córdoba el acuartelamiento de la policía y el jefe de gabinete, Capitanich habla de un problema exclusivo de la provincia de Córdoba, después se fue a la Pampa, se fue a Tucumán, a Santa Fe, se fue a Entre Ríos, entonces no es exclusivo de una provincia sino que se genera a nivel nacional".

Fenómeno instalado.



"Lo que tenemos que tener en claro es que, hoy por hoy, los saqueos forman parte de una modalidad delictiva más de las tantas que hay en Argentina", sostiene.
Etcharren observa que el fenómeno ha venido dándose en estos últimos años, en forma sistemática, entre los meses de noviembre y diciembre, con más intensidad en el último mes. Ello también coincide con la temporada de mayor consumo en términos generales.
"Recrudece en el último mes del año, pero sobre todo cuando se viene con un desgaste muy fuerte al interior de la sociedad frente a un gobierno claramente negador como es el gobierno nacional en Argentina, que construyó alrededor de lo que es realmente la inseguridad un estado de sensación", apunta la investigadora.

Curas ponen freno a narcotraficantes



Luego del llamado de atención que hizo la Iglesia Católica sobre el auge del narcotráfico en Argentina, la presidenta Cristina Fernández designó al sacerdote Juan Carlos Molina al frente de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y Lucha Contra el Narcotráfico (Sedronar). "Me parece acertado, una buena jugada del gobierno nacional", opinó la socióloga Laura Etcharren. "Creo que es buena la presencia de un sacerdote en las villas, es sumamente importante porque marca al narcotraficante un límite para no captar y prostituir a los niños que quedaron atrapados en las villas miseria", indicó. Según su experiencia "en las villas donde no hay sacerdotes hay mayor penetración del narcotráfico".


http://www.elpais.com.uy/mundo/coctel-que-genero-ola-violencia.html 

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